Hago público mi oficio de respuesta a la señora Maggy Talavera por su semanario publicado semanas atrás y que recién conocí ayer, lo que motivó la apurada carta de la periodista pidiéndome entrevista y a la cual respondo.
Expreso públicamente mi impotencia, tristeza y repudio a las 11 páginas donde soy involucrada en una historia contada por unos cuantos unidos por el interés común de denigrar y desprestigiar, una historia contada sin algo vital: ¡EL OTRO LADO! Lo que sustenta la objetividad y la imparcialidad: la otra fuente, la otra versión o como lo llame más propiamente el profesionalismo periodístico.
Su actuar en la historia que firma, al tratarse de una periodista de gran experiencia y prestigio en Santa Cruz, no se justifica bajo ninguna instancia ética.
Nosotros, el común de los ciudadanos que no tenemos las herramientas de un micrófono de un medio escrito o televisivo, estamos en desventaja porque nuestra voz está condicionada a lo que digan y escriban sobre nosotros sin saberlo hasta después de publicado, como hizo su colega.
Cada ciudadano tiene su rol. El nuestro es construir la ciudad de todos, al lado de nuestro Alcalde, el Ing. Percy Fernández, quien con cariño y como nuestro líder nos ha sumado a su gran desafío por un bien mayor: el bienestar de los vecinos y las vecinas de Santa Cruz. En cada acto, vemos la alegría de los niños, la alegría de las madres, el disfrute de familias enteras y esas son las cosas que nos llenan de orgullo el alma a cada uno de nosotros. El afán de servir e informar es nuestro mandato público y sobre el cual hacemos lo mejor posible, con la salvedad de que si lo hacemos mal el pueblo nos lo demanda y llevamos la responsabilidad legal de responder por ello.
Servir e informar también lo hacen los periodistas y comunicadores sociales y se deben a la verdad: ¿a quién brinda cuentas quien se parcializa o falta a la verdad?
Nuestro deber es informar para que cada vecino conozca y tenga su criterio. ¿Qué criterio puede formarse cada vecino cuando lee como verdad en ausencia de la otra parte? Lo que pienso lógicamente es en una sociedad idealizada por mi mente: en lo que se informa desde la historia publicada hay intereses, grupos de poderes, visiones políticas, chismes que distraen de la legalidad y la responsabilidad funcionaria y hay una abeja reina que sí se debe denigrar con nombre y apellido y caer en una forma real y concreta de discriminación y calumnia.
Recuerdo el reportaje que hizo la periodista Maggy Talavera, pintando de colores la ciudad, como poesía en 2005 sobre nuestro trabajo. Hoy escribe sobre el revés de situaciones muy distintas a las que ella conoció y conocen todos ustedes. Desconocemos la razón. Aquí seguimos con el mismo espíritu, entusiasmo y las mismas personas de 2005, con el mismo aporte de dedicación y cariño en el rol de ciudadana y servidora pública, agradecida con el alcalde cruceño Ing. Percy Fernández por la oportunidad de colaborarlo en la construcción de la ciudad.
Soy la misma servidora pública de siempre, que recibió de manos de periodistas una distinción por promover la libertad de expresión, la misma que hoy se queja de haber sido conculcados sus derechos a la réplica oportuna en un documento publicado de forma cerrada. Tengo derecho a no dar pie a una segunda parte con desventaja y que esa historia quede como la verdad de ellos y de la señora Talavera. Nuestros actos serán juzgados por el pueblo al que nos debemos.
*Arquitecta.
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