lunes, 25 de febrero de 2013

452 AÑOS DE FUNDACION DE LA CIUDAD: UNA VIDA DE FE, TRABAJO, SACRIFICIO Y POESIA

Discurso del Alcalde Municipal de Santa Cruz de la Sierra, Ing. Percy Fernández Añez, en la Sesión de Honor en homenaje al 452º Aniversario de Fundación de la ciudad.



Señores y señoras autoridades nacionales, departamentales y locales

Queridos amigos, queridas amigas, pueblo cruceño

La cruz es un símbolo muy antiguo, que aparece desarrollado en el arte humano casi desde siempre y no es de extrañar, pues representa mentalmente un proceso que tiene que ver con la organización del espacio, con la partición del universo en un cuadrante,  tanto en lo espacial como en lo temporal.

El mundo, ajeno a nuestra capacidad de aprehenderlo, es una entidad amorfa, contínua, sin límites de transición.

Para desenvolvernos en él, necesitamos darle una forma, una dirección y unos límites que nos permitan movernos en él.

La forma de la cruz nos permite distribuir el espacio físico y temporal en cuatro, colocando organizadamente los elementos en esos espacios compartimentados, de acuerdo a ciertas coordenadas de posición. No es simple arbitrariedad que los puntos cardinales se definan a partir de cuatro elementos distribuidos en forma cruzada, que van de norte a sur y de este a oeste. Cualquier punto puede ser la unión de los cuatro puntos, a partir del cual proyectemos nuestro mundo en términos de expansión.

Con la muerte en crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo, nuestra cultura occidental le dio una difusión y un simbolismo mayor a la cruz.

Pasa a tener un evidente componente espiritual, que nos lleva más allá de lo físico al ámbito de lo trascendente. Es el cuerpo de Cristo formando la cruz con sus extremidades, siendo sacrificado para indicarnos el camino hacia esa vida más allá de la muerte. Nuevamente es una proyección de nuestra mente organizada que va más allá de lo material:  se manifiesta en la eternidad.

La cruz simbólica de los cruceños es la representación del nombre del villorrio, fundado en 1561 por expedicionarios españoles y lugareños que partieron de Asunción del Paraguay, adentrándose a estas tierras desconocidas y bellísimas, con otros habitantes de las llanuras y las serranías, nómades y libres, encantados de los paradisíacos parajes del Sutó y Riquió.

Santa Cruz de la Sierra venimos a llamarnos y así lo decimos y escribimos, sin abreviaturas. La Paz dejó –sus razones tendrá- su bellísimo nombre original, Nuestra Señora de La Paz, y la Reina del Plata, Buenos Aires, acortó su decidor Nuestra Señora del Buen Ayre.

Así llevamos 452 años hoy con nuestro nombre original, nuestro gentilicio cruceño y nuestra simbólica cruz potenzada y sus cuatro puntas terminadas en potenzas, esas barras cruzadas, elementos de poder especial para cerrar el trazo y enfatizar el carácter ordenador de la cuatripartición.

La cruz potenzada nos habla no sólo de un aquí o un ahora. Nos habla de un hacer mundo, construir vida, proyectarnos al futuro. Es el eterno buscar cerrar los brazos de la cruz, para hacer realidad los sueños, la vida por construir. Y no sólo en el ámbito de lo material, de la satisfacción de las necesidades básicas primitivas sino en el desarrollo de la espiritualidad, en el cultivo de las ideas, en la satisfacción de esas necesidades básicas primigenias que nos hacen seres humanos:  educarnos, crear, amar, ser felices.

Como Gobierno de la ciudad, sellamos a orillas del río Piraí de nuestros ancestros, de nuestra infancia y de nuestras serenatas, la sede de su autoridad y su servicio a los cruceños que la habitan, con el símbolo de la cruz que nos representa y nos guía desde 1561.

Desde allí, continuaremos acompañando el crecimiento generoso y hospitalario de la ciudad, siempre del lado del bien, como único camino de combatir los embates del mal.  Si durante los primeros 400 años, la soledad fue nuestra compañera en el mundo, aquella en la que vivió Macondo, y las décadas siguientes han venido siendo de abrazo con una mano, a quienes llegan en busca de oportunidad, sentar familia, hacer Bolivia desde Santa Cruz de la Sierra; con la otra mano, hemos sabido de la lucha por no dejarnos atropellar por quienes confunden la belleza de nuestra cultura con despojarnos de la identidad que construímos.

Más escuelas, más salud, más infraestructura pública para un pueblo que crece porque da esperanza, porque nos llena de orgullo y de alegría, porque cruceños somos todos y nos enamoramos desde que nacemos o desde que llegamos de esta Santa Cruz de la Sierra, del poeta, de sus problemas que nos afligen porque llegan aparejados del llamado progreso y que también los sufrimos, pero “no nos acobardan los embates de la vida, porque la victoria es siempre tuya patria mía”.

Con la flor del patujú, con nuestro verde y blanco, con nuestro río Piraí, con nuestro himno alegre que lo cantan hasta los pajaritos y con la señal de la cruz como emblema, ¡felicidades en el día de tu fundación Santa Cruz de la Sierra!
¡Dios nos bendiga a todos!


Ing. Percy Fernández Añez
Alcalde Municipal de Santa Cruz de la Sierra









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